Abstract
Este capítulo describe el proceso de transición de la inflación en el Perú desde altas tasas hacia niveles de un solo dígito, tras el programa de estabilización de inicios de la década de 1990. Se discute cómo el manejo cuidadoso y prospectivo del crecimiento de los agregados monetarios junto con el anuncio de metas de inflación, a través de las cartas de intención con el Fondo Monetario Internacional y otros medios, proporcionó un ancla nominal que guiara las expectativas de inflación en la economía. Ello permitió al Banco Central de Reserva del Perú ganar credibilidad y construir reputación como un banco central comprometido con el mandato constitucional de estabilidad de precios.