Abstract
El continente americano, durante la era moderna, fue una mujer. Letrados de los siglos XVI y XVII lo imaginaron como una indómita amazona circundada de una fauna salvaje. Y, sobre todo, antropófaga. Era la antítesis de la ciudad cristiana, donde reinaba la idolatría. Fue entonces que los virreinatos instauraron una nueva humanidad, donde la mujer fue más que la acompañante del soldado. Los vientres de las mujeres americanas gestaron la vida de los linajes que, desde el siglo XVII, han renovado el pacto con que América se vincula con el resto del mundo. El presente volumen repasa las categorías simbólicas con que se pensó el cuerpo femenino y, sobre todo, aporta dos estudios que desde la biografía trazan las coordenadas del ámbito de acción de mujeres que, desde un aparente anonimato, ejercieron su influencia en la cultura letrada y en el ámbito político.