Abstract
Tras años de estímulo monetario sin precedentes, en 2013, la Fed anunció el fin de sus programas de expansión cuantitativa. El limitado conocimiento de los agentes económicos sobre la estrategia de retiro de estímulo monetario incrementó la incertidumbre y, consecuentemente, la volatilidad en los mercados financieros internacionales, constituyendo importantes retos para la política monetaria en países desarrollados y, sobre todo, en economías emergentes. Además, con niveles bajos de tasas de interés, los bancos centrales utilizaron el ‘forward guidance’ como instrumento de política monetaria para asistir la normalización. El mundo enfrenta desafíos similares en la coyuntura post pandemia de la COVID-19.