Abstract
La Crisis Financiera Global de 2008/2009 rompió el consenso académico sobre la idoneidad del sistema de metas de inflación como el marco central de la política monetaria, y despertó el interés, ya generalizado, en el análisis de políticas no convencionales y acciones macroprudenciales. En el caso de países emergentes, ello involucra especialmente el rol de la intervención cambiaria, la provisión de liquidez en moneda extranjera y el manejo de las reservas internacionales. Esto puede ser considerado un cambio de paradigma en el análisis de política monetaria y, como tal, requiere de una reformulación de los modelos macroeconómicos dominantes. En particular, incorporar en ellos el rol de los intermediarios financieros que enfrentan restricciones e imperfecciones de mercado.