Abstract
La inclusión financiera permite a los hogares acceder a productos financieros para incrementar su acumulación de bienes duraderos y activos de largo plazo, de modo que se alcance un mayor nivel de bienestar y se asegure la reducción de la pobreza y la desigualdad. No obstante, en el Perú la mayoría de distritos no cuenta con un punto de atención del sistema financiero en su territorio. Ante dicha situación, resulta relevante analizar si la distancia física de los hogares que no tienen acceso financiero directo a otro distrito que sí cuenta con presencia financiera genera algún tipo de efecto spillover sobre los patrones de consumo de las familias en las zonas rurales peruanas.