Abstract
Los abusos de poder y presuntos crímenes del entorno de César Álvarez —presidente regional de Ancash actualmente en prisión preventiva mientras se investigan los cargos en su contra— han vuelto a colocar la descentralización en debate luego de varios años que el Gobierno central dio inicio a este proceso. Desde que el proceso de descentralización fuera relanzado en 2002, hemos observado la persistencia de problemas que dificultan la gestión del desarrollo territorial y la gobernabilidad. Por ejemplo, subsisten dificultades para articular políticas interinstitucionales entre los Gobiernos subnacionales para planificar y gestionar el ordenamiento territorial y el desarrollo. Por otro lado, no se observa una mejora consistente ni continua de indicadores de estabilidad del sistema político, como el nivel de fragmentación, volatilidad electoral, competitividad y distribución territorial del voto.